Para conseguir que tu empresa prospere necesitas empleados satisfechos con su trabajo. Como dice Richard Branson: «Los clientes no son lo primero, lo primero son los empleados: cuida de ellos y ellos cuidarán de tus clientes». Conseguirlo implica asegurar un buen clima laboral, para lo que hay que tener en cuenta multitud de detalles, empezando por factores físicos como la iluminación o la organización del espacio. Un buen clima laboral es la base para conseguir empleados satisfechos que cuiden de nuestros clientes. Business News Daily nos da algunos consejos a tener en cuenta:
Contrata al personal adecuado: es fundamental que, si queremos un buen ambiente laboral, empecemos por elegir a los mejores candidatos para cada puesto. Tan nocivo puede resultar elegir a una persona con insuficiente preparación como una que tenga demasiada. Un trabajador que esté sobrecualificado puede sentirse frustrado haciendo muy difícil la armonía con el resto del equipo. Siempre es más fácil conseguir resultados cuando hacemos las cosas bien desde el principio que corregir los errores pasados. Una vez tenemos un trabajador que no se ajusta a nuestro equipo es más difícil resolver la situación.
Favorece que la empresa esté limpia, cómoda y bien decorada. Trabajar en un ambiente limpio y atractivo mejora de forma considerable las interacciones entre empleados y directivos, por lo que debes intentar que el espacio de trabajo sea cómodo y que tenga un mobiliario y unas instalaciones agradables. Favorece en la medida de lo posible que sean ellos mismos los que elijan su escritorio, cómo decorarlo y algunos de los detalles del espacio común. Si tus trabajadores ven que estás haciendo esfuerzos para que ellos tengan un mejor espacio de trabajo, sin duda se verá reflejado en su productividad.
Cuida los detalles del espacio de trabajo. Intenta que todos tus empleados trabajen en un espacio con luz natural ya que trabajar con poca luz favorece la aparición de la vista cansada y los dolores de cabeza, pero si por la organización de la oficina dotar a todos los empleados de luz natural es imposible, instala luces fijas con filtros ajustables.
Por otro lado, es importante que existan determinados espacios para que los empleados se relajen, descansen e interactúen entre ellos. Permíteles que sean ellos mismos los que decidan cuándo hacer sus descansos dependiendo de sus necesidades y su motivación.
Fomenta la colaboración y las actividades comunes. Sean como sean los espacios de trabajo de los empleados, asegúrate de que existen espacios de trabajo comunes donde puedan relacionarse ya que es en esos espacios donde se desarrolla la creatividad y el compañerismo.
Otra de las formas de desarrollar las relaciones entre los trabajadores es organizar comidas para que pasen un tiempo relajado sin las presiones del trabajo, o incorporar a la cultura de la empresa la realización de actividades mensuales donde se premie el esfuerzo de los trabajadores y se vayan estrechando las relaciones personales.
Céntrate en el bienestar. La clave del éxito en una empresa es centrarnos en el bienestar de las personas que la integran. Prueba a animar a tus empleados a participar en cursos de yoga o meditación y verás cómo su productividad aumenta significativamente
Ten encuentros cara a cara con tus empleados. En el mundo tan globalizado y tecnológico en el que vivimos en ocasiones se nos olvida la importancia que tienen los encuentros cara a cara. Los emails aunque sean rápidos y eficaces son muy impersonales, por esto, debes dedicar un tiempo a conocer a tus empleados y explicarles qué quieres que hagan.
También es importante que a la hora de formular las órdenes te tomes un momento para pensar en cómo puedes reformularlas para que al expresarlas tus empleados se sientan involucrados en los proyectos y en la empresa.
Capacita a los empleados de forma correcta. La mayoría de los empleados quieren hacer su trabajo de forma correcta por lo que intenta aportarles las herramientas apropiadas, y procura ser honesto con ellos al igual que los empleados deberán de serlo con sus superiores. Si va a haber modificaciones o cambios en la empresa intenta comunicárselo lo antes posible.
Impón algunas normas en las reuniones. Pon algunas normas cuando os reunáis y permite que si uno de los empleados sabe que no va a aportar nada en la reunión no asista. De este modo evitarás que haya gente perdiendo el tiempo con los móviles y puedan quedarse trabajo.
Contribuye a crear un feedback con tus trabajadores. Los empleados se sienten motivados y valorados cuando ven que su esfuerzo y su trabajo contribuye al éxito de la empresa, del mismo modo que involucrar al personal en la toma de decisiones favorece la creación de un buen clima laboral. No tengas miedo de preguntar a tus empleados por su opinión acerca de nuevos beneficios o qué piensan sobre un determinado cliente porque preguntarles y hacerles partícipes en la toma de decisiones es una manera productiva de involucrar a tus empleados y contribuir a la creación de un feedback.
Da las gracias. Crear una cultura de aprecio, reconocer la importancia de las personas y valorar el trabajo de los miembros del equipo es vital para favorecer un buen ambiente. Un empleado reconocido trabaja con más entusiasmo y contribuye al aumento de la confianza en la empresa, solo basta con un simple “gracias”.
Contratar a los empleados correctos, favorecer sus relaciones personales dentro de un espacio limpio y ordenado, o intentar tener un contacto directo con tus trabajadores agradeciéndoles su trabajo son pequeños detalles que sin suponer un gran esfuerzo ayuda a la obtención de un buen clima laboral.
No dudes en ponerlos en práctica y en muy poco tiempo verás grandes resultados, y si quieres conocer un poco más sobre este tema puedes consultar nuestro curso “Desarrollo de un buen clima laboral”que tendrá lugar los próximos 16 y 17 de marzo.