Como ya os contábamos en nuestro anterior post, , conseguir hacer una buena presentación es mucho más sencillo si seguimos una serie de consejos. En este post os traemos otra tanda de consejos que esperamos que os sean de gran utilidad:
Enumera los obstáculos de tu presentación. Echa la vista atrás y encuentra todos los obstáculos o desafíos que estás superando dentro de tu presentación.
Busca un obstáculo dentro de un obstáculo o una reacción en cadena de obstáculos. Mira tu lista de obstáculos y piensa si hay alguno que pueda poner en riesgo todo tu trabajo.
Da la vuelta a la presentación para crear incertidumbre. Da la vuelta a tu historia para que la audiencia no tenga claro el resultado de la historia y cree incertidumbre. Recuerda que si lo que pretendes es crear tensión en la presentación, lo último que queremos es que todo el mundo sepa cómo va a terminar la historia.
Embarca a tu audiencia con una metáfora interesante. Las metáforas son la clave para anclar una historia en la mente del espectador y poder resumir una idea complicada en un par de frases. Piensa en cuáles son las dificultades que te encuentras a la hora de explicar tu historia o tu presentación, y relaciona aquellas dificultades con algo con lo que tu público ya está familiarizado, es decir, trata de crear una metáfora de tu historia para que una vez terminada la presentación tu audiencia retenga todas las ideas en su mente.
Transmite a tu audiencia exactamente aquello de lo que estás hablando. Después de toda la presentación es muy complicado que el público se acuerde de todo lo que les has contado, por lo que debes observa tu presentación y decidir cuál o cuáles son los puntos más importantes y que quieres que tu audiencia retenga.
Trata de transmitir esa idea con una imagen, un video o mejor aún, utiliza un objeto físico para poder expresar mejor qué estás tratando de transmitir. Ver ayuda a comprender mejor de lo que se está hablando, no debemos olvidar que una imagen vale más que mil palabras y además, no debemos olvidar que visualizar las cosas puede crear reacciones emocionales en las personas.
Resalta la importancia de conservar o recortar los detalles dependiendo de su importancia. Observa tu presentación y encuentra cuáles son los detalles realmente significativos que hacen avanzar tu historia, y sin los cuales la trama no tendría sentido. Cuando los localices piensa que esos son los detalles que debes conservar y resaltar durante tu presentación.
Del mismo modo evalúa el resto de la historia y elimina aquellos que consideres innecesarios.
Utiliza efectos sonoros para anclar mejor los detalles de tu presentación. Piensa en cómo podrías tener un sonido distintivo asociado en tu presentación. Mira los detalles de tu historia y encuentra dos o tres cosas que tengan un sonido asociado, y durante la presentación haz sonar esos sonidos. Si relacionas un sonido con una idea es mucho más fácil que esa idea se ancle en la mente de tu audiencia.
Eso sí, aunque tengas varios sonidos asociados con distintos puntos de tu historia no los utilices todos porque si lo haces el efecto no será tan efectivo, y no olvides asegurarte de que el aparato que vayas a utilizar durante la presentación funciona correctamente porque tener problemas técnicos puede arruinar una exposición.
Utiliza el silencio para crear énfasis en tu historia. Encuentra la parte de tu historia que quieras enfatizar y detente para reflexiona un poco.
Cuando te encuentres en plena presentación y llegues a uno de los detalles importantes tómate una pausa de cinco segundos y después continúa. Crear un silencio de cinco segundo en una presentación puede parecer una eternidad pero es una técnica fantástica para crear la anticipación y forzar a tu audiencia a que reflexione lo que acabas de decir.
Comparte experiencias personales con la audiencia. Piensa en cuáles son los puntos importantes de tu presentación y si puedes ilustrarlos con una historia personal que te haya pasado a ti o a algún amigo. Introducir historias personales a las presentaciones aporta naturalidad, ayuda a enmarcarla en términos reales y crea un vínculo entre el storyteller y su público que fomenta la confianza. No obstante, es importante que estas historias personales sean siempre breves y se cuenten dentro de un punto con el que estén relacionadas.
Tómate unos descansos para que tu audiencia pueda respirar. Las exposiciones deben tener unos ritmos y unas pausas para que funcione correctamente. Observa tu presentación y piensa en cuáles son los momentos en los que puedes hacer pausas prolongadas de forma natural. Si no encuentras suficientes descansos reorganiza tu presentación.
Una vez que tengas localizados los momentos, apúntate cuando debes hacer las pausas e intenta cumplirlas. Unos pocos segundos de pausa le pueden parecer eternos a quien está haciendo la presentación pero la audiencia siempre lo agradece.
Recuerda los puntos importantes de tu presentación. Encuentra los puntos clave de tu presentación, memorízalos y piensa en cómo puedes transformarlos en un impacto visual para que tu mensaje cale totalmente en la audiencia.
Termina la presentación a lo grande. Piensa en el punto central de tu historia y en qué te gustaría que la gente una vez terminada la presentación.
Haz un resumen final e introduce un detalle que impacte en la gente para que lo retenga, puedes utilizar una llamada de acción, una pregunta o una cita.
Hasta aquí nuestros Consejos de Storytelling para que mejores tus presentaciones. ¿Te han resultado útiles? Si quieres más información no dudes en inscribirte en nuestra Newsletter pinchando aquí.